El forcado es un mozo que participa en una suerte típica de las corridas de toros portuguesas. Actúan siempre en grupo por lo que a esta suerte se la denomina a menudo en plural: forcados. Es realizada por mozos aficionados (amadores), organizados en grupos, que esperan a pie firme en la arena al toro embolado y lo sujetan. El grupo consta de ocho hombres, uno de ellos es el forcado de cara y los otros siete son ayudas que auxilian a inmovilizar al astado.
Su nombre deriva de forcado, la horquilla que llevaban antiguamente los mozos de forcado para defender al palco real en las fiestas de toros. Estos mozos, pertenecientes en un inicio a la milicia, formaban parte de la guardia real y de ellos derivan directamente los forcados, que actualmente son profesionistas y estudiantes.
Los forcados son grupos amateurs, es decir aficionados; son varios hombres que en una corrida de toros pegan el toro. Cuando se ejecuta una pega, ocho hombres entran al ruedo y su tarea o suerte es inmovilizar al toro para después soltarlo, quedando solo el rabillador quien remata la suerte haciendo que el toro se mueva en círculos. El primero es el forcado de cara, los otros siete le ayudan a inmovilizar al toro, habiendo uno (el rabillador) que asegura el rabo del toro, para intentar frenarlo, desestabilizándolo, para que al ser consumada la pega, sus compañeros puedan soltarlo (dar salida) sin ser embestidos por este; la formación es la siguiente: un forcado de cara, una primera ayuda, dos segundas ayudas, un rabillador y tres terceras ayudas.
Después de la reunión del forcado de cara con el toro, cabe a los ayudas la tarea de inmovilizar al toro para que la pega se considere realizada o consumada. El rabillador es el responsable de rematar la pega haciendo que el toro no embista sobre los demás al soltarlo. La pega, únicamente consiste en inmovilizar al toro con el forcado de cara agarrado de la parte frontal de la cabeza, es decir, entre los cuernos; si el forcado de cara quedase fuera de los cuernos, el toro no se considera pegado, por lo que es necesario volver a repetir la suerte.
El origen data de 1836 en Portugal, durante el reinado de María II de Portugal cuando fue decretada la prohibición de la muerte de los toros en el ruedo, y para complemento de la lidia de los cavaleiros (rejoneadores), se comenzó a pegar el toro. Fue así que en siglo XIX tuvo formalmente origen la existencia de los forcados como la conocemos el día de hoy.