Cuando el torero brinda su toro al público lanza su montera, si esta cae boca abajo augura buena suerte y se cae boca arriba es síntoma de que el torero va a sufrir un revés.
Existen varias teorías del origen de esta superstición, pero la más extendida es que si cae en su posición natural, las cosas irán a derechas.
En la foto el diestro López Simón.