La tercera y última de San Miguel se saldó con la única oreja que cortó Pablo Hermoso de Mendoza en su despedida de Sevilla. Los diestros Juan Ortega y Pablo Aguado protagonizaron pasajes bonitos, sobre todo manejando el capote, pero no pudieron materializar el triunfo por falta de toros. En este sentido, sobresalió el precioso toreo a la verónica de Juan Ortega a su primero, las dos medias del quite por chicuelinas y el quite de Pablo Aguado en ese mismo toro. La corrida de Matilla limitó el lucimiento en una de tarde de mucho ambiente en los tendidos.
FICHA:
Se lidiaron dos toros de El Capea para rejones y cuatro de Hnos. García Jiménez, bien presentados y de escaso juego los de lidia a pie.
Pablo Hermoso de Mendoza, palmas y oreja.
Juan Ortega, ovación y ovación.
Pablo Aguado, palmas y ovación.
Lleno.
Saludaron en banderillas Juan Sierra y Araujo.
COMENTARIO
Pablo Hermoso paró al primero de la tarde sobre Alquimista doblándose muy bien con el toro. Clavó un solo rejón de castigo y en banderillas comenzó poniendo dos buenos palos con Berlín, con el que dio ajustadas galopadas de costado, adornándose con la ‘hermosina’ de forma ajustada. Puso otros dos con el caballo Ilusión y concluyó con Generoso clavando cortas. Pinchó reiteradamente y esto le apartó del triunfo después de una faena entonada.
El segundo de Hermoso de Mendoza lo paró con Nómada con el que clavó dos rejones de castigo. En banderillas se lució en galopadas de costado con Berlín, metiéndose por los adentros y clavando dos buenos palos. Puso una tercera banderilla con Nairobi y cortas con Justiciero, con el que intentó un par a dos manos. De nuevo falló con el rejón de muerte en un primer intento y mató a la segunda, pidiendo el público una oreja que le fue concedida.
Juan Ortega abrió su actuación con un toreo a la verónica para enmarcar. El torero embarcó al toro y ralentizó su embestida, sobre todo por el pitón izquierdo. Precioso el galleo por chicuelinas para colocar al toro en el segundo puyazo y enormes las dos medias que siguieron. Pablo Aguado entró al quite y lo bordó en dos chicuelinas y en una lenta media. Ortega brindó a Pablo Hermoso y comenzó la faena con bonitos muletazos de inicio a los que siguieron una serie templada y de precioso trazo con la derecha. A partir de ahí el toro, que había tenido mucha calidad, se rajó y limitó la faena. Mató de más de media.
Al segundo de su lote, el último de su temporada española, lo toreó con soltura a la verónica. Lo cuidó en el caballo y en la muleta le vio el pitón izquierdo y lo toreó con suavidad. En la segunda tanda ya marcó querencia a tablas e animal y allí buscó refugio. Lo sacó y le robó algún derechazo, pero el toro tuvo dificultad unida a mansedumbre y fue imposible. Mató de estocada.
Pablo Aguado recibió al tercero con bonitas verónicas y también dibujó algún airoso delantal en el quite. También brindó a Pablo Hermoso y comenzó la faena en terrenos del 7 viéndose limitado por el toro de Matilla, que apenas duró tres derechazos muy suaves y compuestos que dio Pablo. El astado se paró y por mucho que intentó el torero, fue imposible.
Aguado no pudo lucirse de capa en el sexto, un toro que salió algo descoordinado y que recibió serio castigo en el caballo. Este astado pesaba en la muleta pero Pablo estuvo firme con él e hizo un esfuerzo con un animal que no fue claro. El sevillano tragó mucho y estuvo por encima en una faena de mérito.