La Real Maestranza de Caballería de Ronda ha presentado en rueda de prensa el proyecto de intervención que garantizará la estabilidad estructural y la conservación a largo plazo de la plaza de toros, declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1993 y considerada uno de los grandes emblemas patrimoniales de la ciudad. El acto ha contado con la participación de Rafael Atienza, Teniente de Hermano Mayor de la institución; Ignacio Herrera, Director General; y Ricardo Aroca, arquitecto responsable del proyecto.
El proyecto de intervención para la conservación del monumento es fruto de un riguroso proceso técnico de investigación y análisis, realizado entre otros por el Departamento de Estructuras de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, que se ha materializado en varios informes especializados relacionados con la estructura, la piedra, la geotecnia y la estabilidad.
El proyecto de intervención ha sido visado por el Colegio de Arquitectos de Málaga y cuenta con informe favorable de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. La Real Maestranza asumirá el esfuerzo económico del proyecto, reafirmando su compromiso con Ronda y la conservación de su patrimonio.
El estudio Aroca Arquitectos ha presentado una propuesta de intervención de la plaza en dos fases. En primer lugar, la consolidación estructural del tendido alto mediante un diafragma circular de acero macizo destinado a estabilizar las columnas, contrarrestar los empujes de la cubierta de madera y reforzar la conexión entre la arquería y los anillos de mampostería. Posteriormente, la segunda fase consistirá en la reparación y sustitución de los elementos de piedra deteriorados, mejorando así la integridad estructural del conjunto arquitectónico.
Ricardo Aroca, quien ha desempeñado destacados cargos en el Colegio de Arquitectos, la Universidad Politécnica de Madrid, la Sociedad Española de Historia de la Construcción y el Instituto Juan de Herrera, subrayó durante su intervención que ‘la restauración de la plaza de toros de Ronda no es una obra convencional, sino un desafío técnico complejo que requiere tiempo, precisión y un profundo respeto por su valor patrimonial. Esta intervención asegurará tanto la seguridad en las actividades que allí se celebren como la estabilidad y conservación del Monumento para las futuras generaciones’.
El objetivo es que la intervención se ejecute con la mayor celeridad posible, con el deseo de que la plaza pueda volver a acoger festejos taurinos en 2026.