En el mundo de los toros, el pastel, hace ya años que se cortó en partes desiguales
Empresarios, apoderados y figuras, comen en abundancia durante años, siempre bien preocupados de “llenar el buche”, por si llegan “vacas flacas”. En contadas ocasiones, estas grandes porciones, son también aprovechadas por ganaderos de “alto standing”.
Una porción de tamaño medio, recae sobre profesionales de distinta índole, que, bien colocados, “ni pasan hambre”, ni “quedan faltos de boletines”.
La mínima parte restante, con suerte, recae sobre un reducido número de ganaderos, toreros y/o profesionales que, si tienen oportunidad, tomarán porción ajena.
Las migas restantes, muy a menudo, se esparcen en la pequeña mesa en que se sientan un gran numero de periodistas que, a base de la desinformación, han conseguido sentarse debajo de aquellos que, ya saciados, aprovechan sus sobras en beneficio propio.
Pero, y entonces, ¿Quién hace el pastel?
Usted, señor aficionado, usted. Usted y un buen puñado de Ayuntamientos, pues, aunque a muchos taurinos se les llene la boca promulgando que la tauromaquia no se financia públicamente, bien es sabido por todos que pocas serían las ferias a celebrar sin ese “empujón” económico de las entidades cuyo peso, recae sobre todos nosotros.
Y el pastel… ¿Se puede hacer más grande?
Por supuesto. A mas “harina de los ayuntamientos”, más porción para todos y cada uno de los estamentos. Y no, a menudo, no tiene nada que ver con que el pastel, a posteriori, vaya a ser más barato. Simplemente, los trozos, serán más grandes.
Además, desde hace años, las cadenas televisivas, ya sean públicas (que también recaen sobre todos ustedes), o privadas, han contribuido con un buen puñado de sacos. Las migas, en estos casos, eran cada vez mayores, pero de lado, se seguía dejando a quienes elaboraban el pastel y, además, a toreros y ganaderos. Sí, porque, dejando de lado la pastelería, bien cabe aclarar que ni toreros ni ganaderos obtienen un solo euro en derechos de imagen. No así las empresas organizadoras, que exprimen al máximo a las cadenas para retransmitir sus festejos; o banderilleros, picadores, mozos de espada y ayudas, que ven como sus beneficios se multiplican en concepto de “derechos de imagen”.
¿Entonces, en qué se beneficiaban toreros y ganaderos?
En buena prensa. Porque a mas pastel, más migas. Y viceversa. Todo esto sin contar, como se apañe cada cual con sus cuadrillas.
¿Y qué sucede cuando el pastel explota?
Que, parcialmente, Onetoro, anuncia un descanso. Un hasta pronto. O, si las cosas no cambian, un adiós.
Porque tanta miga, tan mal repartida, jamás fue sostenible. No, al menos, mientras algunos pasen hambre. Alguno que, obviamente, no sea quien lo fabrica.
25.000€ se reparten picadores y banderilleros, al orden de 1307€ limpios, solo en derechos de imagen, en una tarde en plaza de primera.
2.115€ se esfumarán, en dicho concepto, para pagar al mozo de espadas y su ayuda, en una tarde de dichas características.
( Y si no me creen, aquí lo tienen: https://asprot.es/derechos-imagen-tauromaquia/ )
Otros tantos, solicitará la empresa por su retransmisión.
Y por supuesto, las migas, recaerán en los periodistas que, volverán “a bailar el agua” para poder cerrar este circulo.
A pesar de todo ello, pequeño pirata, no dude que, la culpa de que todo esto se vaya al traste no es sino suya, que no ha consumido un producto hecho por y para el beneficio de unos pocos. Así es que vuelva a salir a la calle como en Valencia, o durante la pandemia, y SIGANOS AYUDANDO A ENCONTRAR ESA UNIÓN QUE HAGA AL PASTEL CRECER.
Andanadadel12