Cinco meses después de sufrir en Mont de Marsan el percance más grave y largo de la temporada, Tristán Barroso ha recibido el alta médica. Un percance que le ha tenido fuera de combate durante todos estos meses y que le ha costando tener que dejar pasar por dos veces la alternativa anunciada, primero en Dax y luego, en Zaragoza, en El Pilar.
Tristán Barroso se encuentra, por tanto, restablecido. Atrás quedan meses de lucha, quirófano incluído, sacrificio, horas y horas de rehabilitación y puesta a punto. Un largo túnel en plena temporada y el castillo de naipes de las ilusiones desvanecidas por dos veces. Sin embargo, Tristán Barroso ha llegado al final y ya se encuentra listo para afrontar una puesta a punto que le hace ser una de las novedades del curso 2025.
El novillero, lejos de venirse abajo, ha aprovechado este tiempo para volcarse en una rehabilitación lenta y en cumplir unas metas profesionales y personales. Los valores del toreo personificados en un novillero: sacrificio, lucha, constancia, perseverancia, afición y amor propio. Un triunfo. Incluso mucho más importante de los que se logran en la plaza.
Como se recordará, Tristán Barroso sufrió en Mont de Marsan, a mediados del mes de julio, un percance fruto de una cruel voltereta al entrar a matar. Fractura de clavícula y de los huesos propios del hombro con desplazamiento. Tuvo que pasar por el quirófano y lo que se preveía como una lesión de poco más de mes y medio, se ha convertido en cinco.
La mente de Tristán Barroso ya piensa en 2025 y en una alternativa de lujo que llegará este año sin duda ninguna.