La plaza de toros de Castellar vivió una tarde de emoción y entrega con una novillada que dejó momentos para el recuerdo. Se lidiaron seis novillos de la ganadería Martín Campos, bien presentados y de juego noble en líneas generales, permitiendo el lucimiento de los tres novilleros en cartel.
El gran triunfador fue Diego Mateos, que cuajó una actuación de las que marcan un antes y un después. Cortó dos orejas a cada uno de sus novillos, y lo hizo con una faena seria, templada y muy torera. Su concepto clásico, su firmeza en los terrenos comprometidos y, sobre todo, dos estocadas de libro, le valieron el reconocimiento unánime del público. Mateos mostró madurez, ambición y una capacidad de emocionar que lo sitúan como una firme promesa del toreo.
Julio Aparicio, familia del mítico torero del mismo nombre, dejó destellos de su personalidad artística. Cortó dos orejas en su primero y una en el segundo, en faenas de trazo desigual pero con momentos de gran expresión. Su toreo, de corte intimista y pausado, conectó con los tendidos en pasajes de buen gusto, especialmente en los remates por bajo.
Por su parte, Manuel Díaz, demostró que su nombre propio tiene fuerza por sí solo. Cortó una oreja en su primero y dos orejas y rabo en el segundo, tras una faena vibrante, de entrega total y cercanía con el público. Su segundo novillo fue el más destacado del encierro, y Díaz lo exprimió con inteligencia y pasión, logrando una conexión total con los tendidos.
Novillada sin Picadores :
Castellar (Jaén):
Toros : Martín Campos.
- Diego Mateos : Dos orejas y Dos orejas.
- Manuel Díaz : Oreja y Dos orejas y rabo.
- Julio Aparicio : Dos orejas y Oreja.
Incidencias : Alberto Hernández y Juan Marciel saludaron tras parear al 4º, Luis Ángel Muelas destacó en la lidia.