2 de diciembre de 2024

La terna en hombros en el dia grande de la Festividad del Corpus en Toledo

Casi lleno. Tarde calurosa. Toledo. Festividad del Corpus.

Gran saludo capotero de Morante de la Puebla al primero de la tarde. Todo su hacer siempre lleno de empaque y enjundia. Desde el comienzo hasta el final de faena hubo torería y buen toreo, siempre basado en la pureza. Brindó la faena a Santiago Abascal y comenzó con ayudados por alto rematados con una trinchera preciosa. Por ambos pitones estuvo sobresaliente, pero si cabe, destacar el embroque y el ajuste con la derecha. Una estocada entera puso un trofeo en sus manos.

Roca Rey saludó con una excelsa suavidad a su primero hasta llegar a los medios, donde se echó el capote a la espalda para torearlo por gaoneras sin inmutarse. Una media muy torera remató en los medios, explotando la plaza.

Tras el tercio de banderillas, dejó que se marcharan los picadores para quitar desde la boca de riego por chicuelinas con tafalleras de infarto que intercaló con faroles por detrás.

Comienzo a pies juntos como una estatua. Faena reposada, encajada, templada, en un registro poco visto en Roca Rey. La figura erguida y con un embroque perfecto supo dejársela puesta para reunirse con él, ya que el toro tendía a desplazarse de más. Soberbia la actuación por ambos pitones. Un cambiado por detrás para torear al natural a pies juntos dejando una serie soberbia. En el final, Andrés demostró su dominio trayendo y llevando la embestida por donde quiso en un palmo de terreno. Estocada de ejecución perfecta y efecto fulminante. Dos orejas.

Rufo cuajó una preciosa faena basada en el encaje. Bien a la verónica y buen comienzo de faena en el tercio de rodillas y toreando en redondo, completamente encajado y abandonado. Mucho poso y firmeza de planta en la arena por ambos pitones. Se dejó llegar los pitones en un arrimón en el final de faena. La espada le privó de pasear trofeos.

Morante salió espoleado y tuvo un recibo inspirado intercalando chicuelinas de sevillanía pura. El comienzo de faena resultó apoteósico, sentado en el estribo y con evidentes reminiscencias a un toreo antiguo. Faena larga y torera de bella expresión y sentido estético y profundo. Un cierre con una tanda de naturales a pies juntos resultó soberbia, al igual que la estocada que puso las dos orejas en sus manos.

Buen comienzo por delantales rematados con una media a pies juntos. Cuidó al toro en todo momento. Brindó a Curro Puya, su ayuda de mozo de espadas que reaparecía hoy después de una baja de varios meses.

Comenzó en los medios ligando dos cambiados por la espalda y otro más por el pitón derecho sin la ayuda que acabó en una zancadilla que lo derribó y a punto estuvo de cogerle.

Se levantó magullado, pero volvió a la cara del toro para someterlo con la diestra en dos tandas por abajo de mucha transmisión. Al natural el toro protestó más, sin humillar y reponiendo en los finales de los muletazos. Roca Rey no desistió y buscó las virtudes por ese pitón, entregando el pecho en todos los cites. Los de pecho abrochaban las tandas de manera extraordinaria. Con la derecha volvió a dejársela muy puesta y la tanda fue interminable por la ligazón y su transmisión. Tragó mucho porque el toro ya protestaba, pero con la muleta tan puesta no podía dejar de embestir a pesar de soltar la cara. Una vez más, en un palmo de terreno, Roca Rey demostró su dominio dejándose llegar los pitones a los muslos. El público explotó en júbilo. Sonó un aviso antes de perfilarse y dejó un pinchazo y media estocada. La espada le privó de pasear otras dos orejas y todo quedó en una ovación.

Tomás Rufo, que no quería salir a pie, se fue a porta gayola a recibir al sexto de la tarde.

Lo toreó a la verónica con suavidad y consiguió ralentizar la embestida, dejando bellas verónicas, sobre todo por el izquierdo. Brindó a su hermano y comenzó a pies juntos en el tercio, intercalando muletazos por delante y detrás. Tomás puso la vibración y entrega que le faltaba al toro, que humillaba poco y carecía de transmisión. De uno en uno, con el cite enfrontilado, dejó una tanda de naturales de muy bello trazo. Una estocada entera desprendida fue suficiente para que sus paisanos le pidieran el doble trofeo y así acompañar a Morante y Roca Rey en la salida en hombros. 

Toros de Juan Pedro Domecq.- 

Morante de la Puebla (Canela y oro con los remates en negro): Oreja y dos orejas

Andrés Roca Rey (azul noche y oro): Dos orejas y ovación

Tomás Rufo (azul oscuro y oro) ovación y dos orejas. 

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