Miguel de Pablo sale a hombros tras cortar tres orejas. Diego García paseó un apéndice.
Con gran ambiente en los tendidos arrancaba el segundo festejo de la feria de Cebreros, en el que Miguel de Pablo y Diego García lidiaron un variado encierro de Martín Lorca, del que destacó el tercero de la tarde que fue aplaudido en el arrastre.
Lo más importante del festejo llegó en el tercero de la tarde, de manos de Miguel de Pablo, quien dejó una faena rotunda de principio a fin. Lo hizo todo muy despacio, encajado y buscando siempre dibujar un muletazo de trazo largo. Tras un pinchazo, dejó una estocada en todo lo alto que hizo que el astado cayera al instante. El presidente le concedió las dos orejas que el público había pedido con fuerza.
En el primero de su lote, que apuntó cosas buenas pero tuvo poca fuerza, se mostró muy firme y supo ir haciéndolo poco a poco hasta poder dejar dos ligadas series por el pitón derecho que calaron en los tendidos. El toro tardó en echarse y el premio se quedó en una oreja.
Diego García firmó una tarde seria, en la que de no ser por los aceros podría haber salido a hombros acompañando a Miguel de Pablo.
En el segundo de su lote, toro que mostró gran nobleza, cortó una oreja de peso tras una ligada faena en la que destacaron importantes pasaje al natural. Anteriormente había recogido una fuerta ovación desde el tercio tras otra notable faena.