Plaza de toros Monumental México. Algo más de media entrada. Jorge Hernández Gárate (vuelta y oreja); Guillermo Hermoso de Mendoza (oreja y oreja); y Javier Funtanet (silencio y oreja). Toros de Marrón.
FORCADOS AMADORES MEXICANOS Y SELECCIÓN DE FORCADOS PORTUGUESES.
Iniciaba Guillermo la Temporada Grande 2024-25 en la plaza de toros más grande del mundo y lo hacía con un cartel de rejoneadores hispano-mexicanos y como aderezo dos grupos de Forcados,
uno aglutinando a varios forcados mexicanos y otro formado por representantes de grupos portugueses. Una miscelánea de nacionalidades con la que se rindió homenaje a las tres principales tauromaquias del mundo y que terminó con la salida en volandas de Guillermo Hermoso de Mendoza tras una faena muy trabajada a su primero y una obra de arte realizada ante el buen quinto.
Quien no se sumó a homenaje alguno fue el encargado del ruedo, que embarró hasta la saciedad el suelo de la México convirtiéndola por zonas, en un lodazal. Eso hizo que el espectáculo se retrasara por que
hubo que rastrear el piso en más de una ocasión y aún así quedaron zonas peligrosas que dieron con algún jinete y caballo por el suelo.
Tampoco quiso fiesta el primer toro de Guillermo, un marmolillo desde que saltó al ruedo, siempre esperando y al que no le contamos ni una sola carrera, salvo un arreón, más de manso que otra cosa, tras EXTRAÑO y algunas leves embestidas cuando los caballos le llegaban a la cara. Exasperante quietud a la que Guillermo echó ganas e hizo por arrimarse para dejar los palos, destacando en esa labor sobre todo ORFEO que dejó dos importantes banderillas metiéndose literalmente entre los
pitones del marrajo. También JUSTICIERO sumó con dos rosas y un par a dos manos muy ajustados por los adentros, antes del espectacular final, de perfecta colocación que hizo rodar al toro en segundos, lo cual sumad a la entrega y ganas de agradar que Guillermo
puso en una lidia por momentos imposible justifica más que sobrado el trofeo concedido.
Si ese rejón hubiera sido en su segundo toro, a estas horas estaríamos hablando del posible primer rabo para Guillermo en la México, pero
desafortunadamente pinchó una vez antes del rejonazo definitivo y quedó todo en una oreja, que servía para salir a hombros, pero no hacía justicia a la lección de toreo templado que el joven había ejecutado ante ese cárdeno de nombre Chaleco y al que se le otorgó la
vuelta al ruedo póstuma. Un toro que dejó lucir a JIBARO al que poco a poco se le fue enganchando a la cola para dejar sentado lo que iba a dar de sí. Un solo castigo y a por BERLIN para hacer que esos “olés” que solo se oyen en la plaza México retumbaran en los tendidos. Una faena típica del luso-alemán en el que las hermosinas se multiplicaron ante el empuje del astado y se ciñeron como el escenario requería. Una labor perfecta, muy emotiva y de mucha transmisión con el público capitalino. Cerró MALBEC con dos soberbias banderillas, llegando a la cara de un astado que todavía tenía mucho gas. Lo más celebrado de la labor de MALBEC como no, fueron las piruetas que realizó a la salida de
las suertes. JUSTICIERO cerró con rosas pegadas al estribo y con dos pares a dos manos que devolvieron al público a una faena que había quedado cortada por la actuación de los Forcados portugueses. Por eso tras la buena pega de los lusitanos, Guillermo volvió a apretar con las citadas rosas y repitiendo a dos manos, todo ello antes de agarrar el
rejón de muerte y dejar un rejonazo hasta la bola……pero tras un pinchazo. Una oreja que ahora sí, supo a poco…..y que no obstante,
traía como premio la salida a hombros más larga del mundo.
Jesús Javier Corpas-Mauleón