Diego Bastos ha resultado triunfador en la cuarta novillada de abono de la temporada sevillana al cortar una oreja del cuarto de la tarde, el único novillo que transmitió en un encierro apagado de Talavante. Bastos dio un gran nivel en esta faena hasta que el animal se rajó y buscó chiqueros. Manuel Román y Javier Zulueta no tuvieron opciones con novillos que o bien mansearon o bien se pararon pronto.
FICHA:
Se lidiaron novillos de Talavante, bien presentados y de juego desigual. Destacó el cuarto.
Diego Bastos, ovación y oreja.
Manuel Román, ovación y silencio.
Javier Zulueta, ovación tras aviso y silencio.
Más de media entrada.
COMENTARIO:
Diego Bastos se fue a portagayola a recibir al primero de la tarde, al que después toreó muy bien a la verónica, sobresaliendo los lances por el pitón izquierdo. Manuel Román hizo un quite por tafalleras y Bastos replicó por espaldinas. Muy dispuesto y firme, ligó por el lado derecho a un novillo que tenía un punto de brusquedad en su embestida. Tragó al natural ante una embestida cada vez más corta y probona. Concluyó la faena con un arrimón serio antes de matar de pinchazo y estocada. Ovación.
Bastos estuvo variado en el recibo de capa al cuarto, otro novillo que manseó después de sus breves encuentros con el caballo. Brindó a sus padres y comenzó la faena dando distancia y ligando de forma emocionante dos series con la derecha a un novillo con transmisión. La tercera serie por ese lado fue excelente. Al natural le costó más acoplarse e insistió en dos series, rajándose el de Talavante. Cortó de este modo el novillo una faena que apuntaba muy alto. Mató de estocada desprendida y cortó una oreja.
El segundo de la tarde se frenó de salida y no permitió el lucimiento a Manuel Román. Muy parado también después de los dos puyazos, llegó a la muleta defendiéndose y sin entrega, de modo que Román tuvo pocas posibilidades. Sacó algunos naturales estimables que fueron lo más destacado de una faena que no pudo remontar vuelo por falta de enemigo. Mató de pinchazo y estocada y fue ovacionado.
Román estuvo entonado de capa en el quinto. El novillo llegó muy apagado a la muleta y a pesar de ello el cordobés pudo darle algunos muletazos diestros de buen trazo hasta que el animal se acabó por completo. El público le pidió que acabara ante la nula colaboración del novillo. Pinchó dos veces y el astado se echó. Silencio.
Javier Zulueta no pudo lucir de capa con un novillo que también salió con el freno echado y que manseó en los primeros tercios. Bastos le hizo un buen quite por chicuelinas. Zulueta brindó a Ramón Valencia Canorea y el novillo buscó la querencia después del primer muletazo. No quería pelea el de Talavante pero Zulueta se dobló bien con él y lo sometió. Buscándole siempre la cara y dejándole la muleta puesta, logró dar algún muletazo templado y de buen trazo a un animal que huía constantemente. Muy superior a su enemigo, firme y seguro, el sevillano dejó una seria impresión con este manso. Los mejores muletazos llegaron al natural pegado a chiqueros en la fase final de la faena. Pinchó y fue ovacionado.
Tampoco se dejó torear de capa el sexto, que tardó en arrancarse al caballo y le costaba embestir en los primeros tercios. Zulueta brindó al público y tanteó a un novillo descompuesto que no aguantó ni una serie. Se paró el de Talavante y de poco sirvieron los intentos de Zulueta por ambos pitones. Paciente y firme, el sevillano extrajo los pocos muletazos que tuvo pero sin poder calar en el público porque no había toro.