Hoy se ha celebrado el quinto encierro diurno, y el sexto en el cómputo total, en las fiestas de San Sebastián de los Reyes, donde los toros de la ganadería Pinto Barreiros han tomado las calles del municipio madrileño.
Tras una semana intensa, los vecinos y visitantes siguen aguantando el ritmo a base de fiesta, anoche con la orquesta panorama. Pero ya por la mañana, miles de corredores estaban listos para volver a recorrer los 820 metros que separan los corrales de suelta de la Plaza de Toros. Después se celebrará, como es tradición, una capea para el público.
Las calles y gradas de la Plaza de Toros se han llenado de gente que ha querido disfruta de los encierros de Madrid’ y ‘la Pamplona chica’. Más de 500 efectivos de seguridad y emergencias velan por que todo transcurra lo mejor posible.
Un encierro bastante rápido de un minuto y cuarenta y nueve segundos en la calle. El responsable de Protección Civil, Pedro Martínez, ha informado del número de asistencias: 7. Seis de ellas serán dadas de altas, mientras que otro ha recibido un varetazo y ha sido llevado a quirófano.
En cuanto al número de participantes, donde Martínez cree que mañana aumentará al ser fin de semana, ha sido algo mayor a otros días, con entre 2.300 y 2.400 corredores, y una plaza de toros abarrotada de gente.
Estos días atrás ha habido de todo, desde carreras limpias y rápidas a momentos de máxima tensión con la manada separada y algún susto grave. El jueves, cuarto encierro diurno, tuvo como protagonistas a los Salvador Domecq, y parecía que iba a ser el más tranquilo, pero Protección Civil tuvo trabajo con un herido grave por asta en el glúteo, que terminó en quirófano, y seis corredores más con lesiones leves por caídas. El encierro duró cerca de 2 minutos y los participantes superaron los 2.200.
El miércoles, los toros de Casasola protagonizaron la carrera más larga de la semana y trajo consigo diez lesionados, todos por caídas, y dos que necesitaron atención médica avanzada. También hubo sustos cuando un novillo se retrasó al caerse y provocó máxima expectación.
Sin embargo, el martes, la ganadería Carlos Núñez dejó marca con un recorrido fugaz, pero los toros se separaron de la manada y sembró la incertidumbre. Afortunadamente no hubo que lamentar heridos por asta de toro, solo siete heridos leves dados de alta en el momento. La carrera del lunes, con La Palmosilla, contó con una manada compacta y rápida, dejando solo golpes leves y dos hospitalizados.