Andrés Roca Rey hizo historia en la Monumental Plaza de Toros México al cortar cuatro orejas y un rabo en una tarde de máxima entrega, conectando con el público de manera arrolladora. El torero peruano, que llegaba con gran expectación a la capital mexicana, demostró su dominio, valor y capacidad de improvisación frente a dos toros de Xajay, dejando una de sus faenas más memorables en el coso de Insurgentes.
Desde su primer toro, Roca Rey dejó claro que venía a por todas, sometiendo a «Gamucita» con suavidad y temple, y posteriormente, en su segundo astado, desató la locura con un toreo de máxima expresión, culminando con una estocada certera que le valió el reconocimiento del público y el rabo del toro.
El torero limeño se mostró emocionado al recibir el reconocimiento del público, fundiéndose en un abrazo con su hermano y dejando imágenes imborrables para la historia de la Monumental.
A continuación, detallamos el desarrollo de su actuación:
Primer toro: «Gamucita» de Xajay
Roca Rey arrasa en su primer toro en La México: faena de entrega y rotundidad
El primer toro del lote de Andrés Roca Rey, de la ganadería Xajay, llevó por nombre «Gamucita», un cárdeno serio de presentación que dejó entrever su temple y ritmo desde los primeros compases.
Desde el inicio, Roca Rey mostró su concepto con un saludo a pies juntos, combinando verónicas suaves con chicuelinas llenas de cadencia, para cerrar con una larga a una mano con gran empaque. El quite fue puro compás y torería, dejando al toro colocado con soltura y temple en el caballo, donde Sergio Molina ejecutó un puyazo ortodoxo y preciso que fue reconocido con una ovación por parte del respetable.
El quite de Roca Rey, desde los medios, llegó con chicuelinas llenas de ajuste y reunión, dándole tiempo al toro, dejándoselo llegar y encontrándose con él en un precioso remate con una larga enroscada y circular que calentó los tendidos. El toro tenía transmisión y alegría en las embestidas, condiciones que el limeño supo leer a la perfección.
Con la muleta, la explosión. Roca Reycitó de rodillas desde los medios, pasándose al toro por la espalda hasta en dos ocasiones, haciendo rugir La México. Le dio tiempo y distancia para estructurar la faena y afianzar la embestida. La segunda tanda por la diestra fue de máxima conexión, ligada en un palmo de terreno con una transmisión brutal, desatando la emoción del público.
Por el pitón izquierdo, el de Xajaysoltaba más la cara, punteando las telas y exigiendo el máximo del torero. Roca Rey, con su maestría, volvió a la diestra para dejar una tanda de mayor temple, profundidad y reunión, llevando la embestida hasta detrás de la cadera.
El toro comenzó a buscar tablas y, en ese terreno, el peruano remató con un circular completo por el izquierdo, cambiando la mano en un alarde de dominio y encendiendo la Monumental. Para cerrar la faena, se ajustó en unas bernadinas de infartoque cortaron la respiración del público antes de entrar a matar. Gran estocada y dos orejas de ley en una faena de máxima entrega.
🎙️ Declaraciones de Roca Rey tras la faena:
«Venía a México con mucha ilusión y he tratado de estar entregado. Ha sido un toro bravo y exigente.»
Segundo toro: «Jefe Arana» de Xajay
Roca Rey, arrollador y entregado en La México: dos orejas y rabo en su segundo toro
El quinto de la tarde, segundo del lote de Andrés Roca Rey, llevó por nombre «Jefe Arana», de la ganadería de Xajay. Desde el primer instante, el diestro peruano dejó claro que no se guardaría nada. Se fue a portagayola con una determinación absoluta, jugándose la vida en un recibo de alto voltaje. El toro, con una embestida feroz, estuvo a punto de arrollarlo, pero Roca Rey, sin inmutarse, lo detuvo con una larga cambiada en el tercio.
Ya en pie, lo sacó con temple hacia los medios toreando por delantales, con suavidad y torería, ganándole terreno con elegancia y precisión. Como colofón a su manejo del capote, dejó al toro perfectamente colocado frente al caballo con un remate de figura estoica, un detalle de gran expresión artística que despertó la ovación del público.
El tercio de varas estuvo a la altura de la lidia, con un gran puyazo de “El Miura”, que midió con maestría la entrega del toro. Posteriormente, Antonio Chacón firmó un sobresaliente tercio de banderillas, que le valió una cerrada ovación del público, reconociendo su impecable ejecución.
Una faena de gran intensidad y temple
Con el ambiente encendido, Roca Rey brindó al público y se plantó en el tercio para iniciar la faena. Estatuarios de infarto, inmóvil, sin mover un solo pie, tragando con firmeza cada embestida y rematando la serie con un desdén de enorme categoría.
Consciente del material que tenía enfrente, llevó la faena a los medios, dejando espacio al toro para tomar aire y arrancar con poder. Desde casi 20 metros de distancia, lo citó con la mano diestra y ligó una primera tanda de trazo largo y profundo, hundiendo los riñones y asentando las zapatillas con una firmeza admirable.
La conexión con el tendido fue inmediata. Improvisó y creó, dominando la embestida con cambios de mano y recursos de auténtico maestro. Cuando llegó la tanda al natural, bajó la mano con suavidad, pero al mismo tiempo con una gran exigencia, obligando al toro a romper hacia adelante. Dos circulares ligados, abrochados con un pase de pecho monumental, provocaron el delirio en La México. La plaza, entregada, rugía al grito de «¡Torero, torero!», sintiendo que estaban presenciando algo grande.
En el epílogo de su obra, Roca Rey se abandonó por completo, toreando con el alma, con entrega absoluta, sin reservas ni fisuras. Fue un clamor.
El triunfo: dos orejas y rabo para el peruano
Con el ambiente a su favor, se perfiló en la suerte natural y dejó una gran estocada, rubricando una actuación para el recuerdo. El pañuelo blanco no tardó en aparecer, y tras la insistente petición del público, llegaron el segundo y el tercero.
Dos orejas y rabo, el premio a una faena de máxima intensidad, que quedará grabada en la memoria de la afición mexicana. Con lágrimas en los ojos, Roca Rey se fundió en un abrazo con su hermano, mientras el toro recibía una ovación en su vuelta al ruedo. Un final de pura emoción para una tarde histórica en la Plaza México.
Triunfo rotundo de Roca Rey en La México. Dos orejas y rabo que confirman su entrega y grandeza en el ruedo.
Declaraciones de Roca Rey tras su triunfo en La México:
«Estaba deseando que llegue este momento. Lo he soñado muchos días y muchos años. Había tardes de puerta grande y otras desagradables, pero soñaba con este triunfo en la capital del país. Ha sido duro llegar hasta aquí y lo estaba deseando. Han sido dos toros bravos y exigentes. Esta tarde me la llevo en el corazón.»
Roca Rey abre así su temporada 2025 de manera arrolladora, con un triunfo que ya queda grabado en la historia de la Plaza México y en el recuerdo de todos los aficionados que presenciaron su épica actuación.