24 de agosto de 2024. Plaza de toros de BILBAO. Pablo Hermoso de Mendoza (palmas y dos orejas); Diego Urdiales (palmas); y Juan Ortega (oreja).
Toros de San Pelayo (1 y 4) y Ventana del Puerto (2, 3 y 6), Puerto de San Lorenzo (5) y Valefresno (2 bis).
Cuarenta y un festejos contemplan al navarro en Bilbao esta tarde lo despidió con el tradicional aurresku y el cariño de un público al rejoneador con más puertas grandes de la historia en este coso Eta tarde sumó una más, de momento la única de estas Corridas Generales.
Su primero no era muy cierto en su embestida, quedándose muy parado en la reunión y no ayudando al jinete a la hora de clavar. Sí tuvo buen son y buen galope y los mejores momentos de la lidia los tendría BERLIN con la hermosima y el galope de costado, así como las cortas a lomos de GENEROSO.
Pero las figuras están para remontar y para justificar el porque están ahí, y aquí Pablo, ya con un pie fuera, mostró que la raza y la entrega y el saber darlo todo cuando es necesario es una de las condiciones que lo han encumbrado a donde está. Así en el cuarto, que brindó a su hermano Juan Andres, parte de su equipo en toda su carrera y al que recibió con REGALIZ lo dejó con un solo rejón de castigo tras caracolear para pararlo en los medios. Cuando contempló su buen son y lo colaborador que podía ser desistió de colocar más castigo y se fue por BERLIN para cuajar el toro con esas hermosinas atemperadas,
suaves, cambiando el tranco al toro, llegando en las banderillas hasta la misma cara para salir casi a cámara lenta de la cara y siempre con limpieza. Medio tercio perfecto que se completaría con MALBEC también muy próximo a la cara del toro en cada una de las banderillas y una serie de piruetas “in crescendo” hasta cerrar con la tercera en la misma cara del toro. Luego salió GENEROSO y estuvo arrimista en las cortas para luego cerrar de un rejonazo de rápido efecto que desató los pañuelos en los tendidos, ante los que el bueno de Matías, el presidente más duro de España cedió y culminó así la carrera de Pablo en Bilbao con su séptima puerta grande.
Jesús Javier Corpas-Mauleón