El Salón Real del Real Casino de Madrid volvió a vestirse de gala para acoger la XXIX edición de los Premios Taurinos que cada año otorga la institución con motivo de la Feria de San Isidro, en esta ocasión correspondiente al ciclo celebrado en 2025. La ceremonia reunió a figuras del toreo, representantes del sector, periodistas y aficionados en una noche marcada por el reconocimiento al esfuerzo, la entrega y el arte desplegados durante la feria más importante del mundo.
El nombre propio de la noche fue Morante de la Puebla, declarado Triunfador de la Feria y también reconocido con la mención especial al Mejor Quite Artístico por su ya célebre “quite del vaso”. El diestro de La Puebla del Río, gran ausente de la gala, estuvo representado por el periodista Vicente Zabala, quien destacó que la temporada del torero “más que histórica ha sido milagrosa”, subrayando la dimensión de superación personal que ha marcado su campaña. Zabala afirmó que en Morante “se dan todos los toreros históricos; es el Museo del Prado de la tauromaquia”.Noticias Relacionadas
Una gala marcada por el reconocimiento y el recuerdo
El acto comenzó con la presentación del directivo Jesús Gallego Pérez, responsable de asuntos taurinos del Real Casino, y con la lectura del acta del jurado a cargo del secretario Fernando Blanco Giraldo. El presidente de la entidad, Fernando Eguidazu Palacios, tomó la palabra para felicitar a los premiados, agradecer la labor del jurado y subrayar el excelente momento que vive la Fiesta: “Hay muchos jóvenes en las plazas, y lo que premiamos hoy es arte, valor y vocación”.
Antes de comenzar la entrega de trofeos, se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de Rafael de Paula y Álvaro Domecq, recientemente fallecidos. Tras una larga ovación, dio inicio la entrega de galardones.
Los premiados de la Feria de San Isidro 2025
Entre los reconocidos destacó Borja Jiménez, galardonado con el premio A la mejor faena, quien recordó que es el segundo año consecutivo que recibe un premio en este mismo escenario y deseó “que llegue el tercero el año que viene”.
El torero revelación, Víctor Hernández, dedicó su premio “al toro”, mientras que Emilio de Justo, premiado por La mejor estocada, agradeció “este reconocimiento tan importante” y deseó “que vengan muchas tardes así”.
El joven Aarón Palacio recibió el premio Al mejor novillero, destacando la importancia que tuvo para él su triunfo en Las Ventas y lo simbólico que resulta recoger un galardón “en un sitio de tanta categoría”. También fue premiado Víctor del Pozo por El mejor par de banderillas, con palabras de agradecimiento hacia los matadores que han confiado en él.
En el capítulo ganadero, Victorino Martín recogió el premio al Toro más bravo por “Milhijas”, subrayando la importancia de actos como este para mantener viva la afición. Por su parte, Borja Domecq recogió el trofeo a la Ganadería más completa por Jandilla, en una intervención cargada de emoción por las recientes pérdidas familiares de Álvaro Domecq y Ana María Bohórquez.
La mención al medio de comunicación fue para Radio Televisión de Madrid, cuyos representantes, Sixto Naranjo y Javier Mardomingo, agradecieron a la institución y a la cadena su apoyo constante a la cultura taurina.
Menciones especiales también recayeron en Noé Gómez del Pilar (“Al coraje y al valor”) y en Saúl Jiménez Fortes (“Una tarde para el recuerdo”), quien evocó los 1.425 días que dedicó a su recuperación antes de volver a los ruedos en plenitud.
Un trofeo con historia y una cena a la altura de la ocasión
Tras la foto de familia, los asistentes disfrutaron de una cena compuesta por langostino y salmón con sopa de maracuyá, rabo de toro con setas y cebollitas, y Espuma de San Marcos.
El trofeo entregado —una reproducción de “El Torito” del escultor francés Isidore Bonheur— constituye una pieza cargada de simbolismo en la historia del Real Casino de Madrid. Bonheur, destacado artista del siglo XIX, fue uno de los referentes del movimiento de los “animalistas” y se especializó en pequeñas esculturas de toros, caballos y otros animales.
La gala volvió a reafirmar al Real Casino de Madrid como un escenario de prestigio para distinguir lo mejor de la Feria de San Isidro, en una edición especialmente emotiva y repleta de nombres propios.

