Cortó tres orejas a un buen lote de novillos de Pincha, el cuarto premiado con la vuelta al ruedo
FICHA:
Se lidiaron novillos de Pincha, bien presentados y primero ovacionado y cuarto premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Eduardo Neyra, oreja y dos orejas.
Cid de María, silencio y silencio.
Álvaro Rodríguez, ovación y silencio.
Un tercio de entrada.
Saludaron en banderillas Víctor Del Pozo y David Pacheco.
COMENTARIO:
Eduardo Neyra superó el inconveniente del viento en el primero de la tarde y construyó una faena a más con un novillo de Pincha que fue un buen colaborador. El novillero mexicano brilló especialmente en el toreo al natural, pitón por el que logró el toreo de más calidad de la faena. Mató al segundo intento y cortó una oreja. El novillo fue ovacionado.
También fue buen novillo el cuarto, al que Eduardo Neyra hizo una completa faena con pasajes de calidad por ambos pitones. Se llevó el mejor lote y supo aprovecharlo para rematar el triunfo de la tarde. Especialmente buenas fueron las series finales tanto con la derecha como al natural. Mató de estocada casi entera y el novillo tardó en caer en una muerte de bravo. Neyra fue premiado con las dos orejas y el novillo de Pincha con la vuelta al ruedo en el arrastre.
El segundo de la tarde tuvo más que torear y Cid de María lo entendió bien por el pitón derecho, por donde logró los mejores momentos de la faena. Por el izquierdo el novillo no quiso pelea, buscando la querencia y marcando el final de un meritorio trasteo. Mató al tercer intento.
Muy serio fue el quinto, un novillo que se rajó pronto limitando la labor de Cid de María, a quien también molestó mucho el viento. No pudo haber lucimiento aunque el novillero lo intentó. Silencio.
Álvaro Rodríguez logró buenos momentos con el capote en el tercero, un novillo que se rajó enseguida en la muleta, imposibilitando el lucimiento del novillero, que tuvo que perseguirlo para arrancarle algún muletazo por el pitón izquierdo. Mató de estocada y descabello. Ovación.
En el sexto Álvaro Rodríguez se fue confiando ante un novillo muy descarado que rompió por el pitón derecho a pesar de estar rajadito. La faena no acabó de tomar vuelo, rehusando finalmente la pelea el astado. Mató de estocada.