Con el cuarto peldaño de la escalera hacia San Fermín, y en el recinto del Apartado de la Monumental pamplonesa, se descubrió el siempre esperado cartel de la Feria del Toro. El responsable de la puerta de chiqueros, llave en mano, esperaba una señal abrir y que aparezca el cuadro ¿O son el cancerbero y la propia salida los mostrados por los pinceles? Veamos.
Camino Oslé glosó al autor. Como es habitual la Casa de Misericordia eligió un autor de significada trayectoria, el montañés Indalecio Sobrino Junco (Santander, 1940). No voy a poner aquí sus numerosas exposiciones ni relación de la obra expuesta en museos o colecciones particulares, porque nos dan las uvas. Sobrino es hostelero notable, gran aficionado y artista de excepción.
El propio autor tomó la palabra para comentar su lienzo. Dijo que, como él se suele centrar en la figura humana, ha querido centrarlo en la figura del singular torilero de Pamplona. El acrílico, de vivos colores como la fiesta, reúne las condiciones de un cartel, llamar la atención, con las de una hermosa pintura.
Cerró Eugenio Salinas, integrante de la Comisión Taurina de la Meca, quien explicó que se ha querido variar un poco, ya que siempre suele ser un toro el representado. Añadió que los afiches están disponibles, formato grande y pequeño, en la propia Casa, también su tienda de la plaza de toros, así como los establecimientos de costumbre, a precios populares.
Felicitaciones al pintor y a la Casa de Misericordia.
Jesús Javier Corpas Mauleón