En la vida de los toreros siempre hay años que marcan para bien o para mal; en el caso de Ernesto Javier Tapia “Calita”, el 2025 lo hizo para bien, ya que el diestro realizó una gran temporada. Este año ha sido un aviso de lo que sin duda viene: un «Calita» llamado a ocupar puestos importantes en el toreo. Su trayectoria comenzó con fuerza en enero, cortando dos orejas en Tepeapulco y abriendo la puerta grande en Tizimín, seguido de otro triunfo en León el 18 de enero tras cortar un apéndice a un astado de Xajay.
Febrero fue un mes de hitos fundamentales. En Valladolid indultó a “Agua Clara” de El Grullo, y tras pasar por Tezontepec y Guadalajara, llegó su consagración en la Plaza México el día 23. Fue una tarde muy intensa donde indultó a “Hechicero”, de la ganadería Las Huertas, saliendo a hombros junto al ganadero tras una actuación que cautivó a la capital.
La racha triunfal continuó durante la primavera. En marzo sumó una oreja en Autlán de la Grana, y en abril vivió una tarde apoteósica en Texcoco, donde indultó a “En Otra Vida” de Julián Hamdan. El mes de mayo no fue menor, destacando su actuación en Tecámac, donde cortó las dos orejas y el rabo, además de sus éxitos en Seybaplaya y Tixkokob, demostrando una regularidad envidiable en suelo mexicano.
En junio, el diestro cruzó el Atlántico para actuar en Ondara, España, marcando el regreso de la actividad taurina en dicha plaza. Aunque la espada le privó de los trofeos tras cuajar a sus dos toros, recibió el reconocimiento unánime del público. A su regreso a América, mantuvo el ritmo en San Juan del Río, Reynosa, Huamantla y San Luis Potosí, sumando orejas y ovaciones en cada compromiso antes de regresar brevemente a España para triunfar en un festival en Zufre, Huelva.
Septiembre marcó un antes y un después con su histórica actuación en la plaza Nuevo Progreso de Guadalajara. Vestido de burdeos y oro, «Calita» cortó cuatro orejas y un rabo, saliendo a hombros en una tarde que rompió una sequía de 36 años sin un triunfo de tal magnitud en esa plaza, igualando las gestas de figuras como Jorge Gutiérrez y «El Soro».
El último tramo del año llevó su éxito a Perú, donde indultó un toro en Santa Cruz y salió a hombros en Huari. De vuelta en México, cerró su temporada con actuaciones de mucho mérito en Coroneo, Ciudad Lerdo, Tlaxcala y, finalmente, Pachuca. En esta última plaza, dio una lección de pundonor: tras sufrir una dramática voltereta y escuchar los tres avisos en su primer toro, salió a lidiar al segundo para cortarle las dos orejas y salir a hombros, demostrando el valor heroico que define a los toreros.
En resumen, las estadísticas de su temporada son impresionantes: 30 corridas, 49 orejas, 5 rabos y 4 toros indultados en 27 plazas de tres países distintos. Ernesto Javier «Calita» se consolida como un torero de gran concepto y enorme afición, cuyo nombre ya suena con fuerza para ocupar un lugar de honor en los carteles de la próxima temporada.
Víctor Ramírez “Vitico”

