La adquisición se formalizó en el marco de una subasta celebrada el pasado mes de junio a través de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia. Los hermanos Alberto Manuel, Amadeo y Óscar Hornos Valiente han adquirido el hierro de la ganadería de Ángel y David Vilariño (UCO), que a partir de ahora pasará a denominarse Torrehermosa. Esta operación abre un nuevo capítulo en la historia de una ganadería con más de cien años de antigüedad.
Los orígenes de la vacada se remontan a 1923, cuando fue fundada por Esteban González Camino con reses procedentes de Pérez de la Concha, a las que añadió posteriormente ejemplares de Villamarta, Francisco Molina y Félix Suárez. Tras su fallecimiento en 1957, la ganadería pasó por distintas manos: en 1958 fue adquirida por los hermanos Ternero Suárez y ese mismo año por los señores Escribano González Camino. En 1966 la compró Da. Cristina de Terry y Merello, quien la traspasó en 1969 a Antonio Fernández León. Posteriormente, en 1978, pasó a Julio Aguirre Cirizá y, en 1984, a Da. Nuria Aguirre Sánchez.
En 1996 la ganadería fue adquirida por Ángel y David Vilariño, quienes renovaron prácticamente en su totalidad el ganado, formándola con vacas y sementales de procedencias como Herederos de José Luis Osborne Vázquez, Ángel y Juan Antonio Sampedro y Torrealta.
A lo largo de su trayectoria, la ganadería estuvo asentada en diversas fincas de la provincia de Cádiz, como Cantora, La Garza y Haza de Mari Pérez, en el término municipal de Medina Sidonia, así como La Fantasía, en Jerez de la Frontera. Especial relevancia tuvo la finca Cantora, antigua propiedad del recordado diestro Paquirri, donde pastaron durante años estos toros. Ángel Vilariño mantenía una estrecha amistad con el torero, y fue su esposa, Isabel Pantoja, quien arrendó parte de la finca para albergar el ganado bravo.
En el momento de la adquisición, el hierro se encontraba sin ganado, ya que en los años previos a la pandemia la vacada quedó inactiva hasta desaparecer por completo. Esta circunstancia convierte el proyecto en un reto de máxima responsabilidad, al suponer el inicio de una ganadería de bravo desde cero. Comienza así una etapa ilusionante en la finca Cabeza la Vaca, en el término municipal de Torrejoncillo.

